Tiempos antiguos

CONQUISTA ROMANA

Durante la dominación romana, los campos de los alrededores de Layana y Sádaba debieron estar intesamente poblados y explotados a juzgar por los restos arqueológicos que allí se encuentran. Probablemente, Layana nunca ha estado tan poblada como lo estuvo su vecina romana en este periodo de la historia.

Entendemos perfectamente la ocupación y explotación de esta tierra dadas sus condiciones excelentes para el cultivo de cereales. El valle de Valdebañales y las vegas del río Riguel, feracísimas tierras de aluvión, aunque se cultiven en régimen de secano se benefician de un favorable microclima que garantiza abundantes cosechas. Así fue durante la dominación romana y así lo es en la actualidad.

Además de las condiciones del suelo y clima, Layana se sitúa en una encrucijada de caminos que facilitaría el transporte de los productos a cualquier lugar del Imperio. Cerca, pasaba la calzada secundaria Cesaraugusta-Pamplona, a cuya vera encontraremos el monumento funerario de los Atilios, uno de los mejores conservados y de más interés de la Hispania romana.

PREHISTORIA

La Rueca y el Huso

Sería una vana pretensión hablar de Layana en la Edad Antigua. Ni Layana ni ninguno de los pueblos de la zona existían en tiempos tan lejanos. Como sabemos, todos estos pueblos tienen su origen en la Edad Media.

Al remontarnos a los antiguos pobladores nos encontramos con una primera dificultad: la escasez de datos. Las Altas y Medias Cinco Villas fueron, probablemente, una encrucijada de caminos en la que se encontraron pueblos diversos, costumbres distintas, a lo largo y ancho de los seis siglos antes de Cristo.

Según Caro Baroja, los vascones ocupaban la actual provincia de Navarra extendiéndose por las provincias de Zaragoza y Huesca, con centros de población como Jaca (Iacca) y Egea (Segia). Ptolomeo en el s. II nos habla de los vascones ocupando las tierras hasta el Ebro, Setia (Egea) y Alauona (Alagón). Del análisis lingüístico de la toponimia según las últimas investigaciones parece desprenderse que los vascones ocuparon todo el Pirineo hasta el Mediterráneo. Así se justificarían las frecuentes terminaciones en -berri, -gorri, -erre, -arre, etc. Algunos autores han demostrado la existencia de un periodo de bilingüismo en los Pirineos centrales, con la presencia del vasco en términos derivados del latín, en Ribagorza y Pallars, hasta la Edad Media.