Tradiciones y leyendas

EL POZO DE LOS BAÑALES II

Al releer por encima alguna de las entradas del blog de Layana me encuentro con una noticia que me veo en la obligación de modificar. Decía en ella que no encuentro, por mucho que me esfuerce, la fuente por la que me ha llegado la historia de la muchacha y el diablo en el pozo de los Bañales. Ni mi padre, ni nadie de su edad me la ha contado, entonces, ¿de dónde ha salido? Sigo sin saberlo.

Pues bien, ahora vamos a tratar de complicar algo más este pequeño y poco trascendente embrollo. No puedo recordar cómo llegó hasta mi la noticia de un libro, una novela, que transcurría en Layana y estaba relacionada con la leyenda del pozo de los Bañales. En realidad la noticia me sumía en la más absoluta perplejidad. Una escritora catalana que inventa toda una trama satánica, en el más genuino ambiente de novela gótica y de misterio y sitúa la acción y los personajes en el perdido pueblecito de Layana. ¿Puede ser que Layana sea importante para alguien que no es de allí? ¿por qué elegir Layana entre los cientos de pueblos  que hay a su alrededor? El libro se titula El Dueño de las Sombras y es el primero de la satánica Trilogía Eblus.

Care Santos, autora catalana que escribe en catalán y en castellano novela, relato corto, poesía, que ha recibido numerosos premios literarios de ámbito nacional e internacional, el Nadal entre otros, que ha sido traducida a numerosos idiomas, ha recalado para localizar su relato en Layana, los Bañales y Tiermas.

Realmente no reconozco a mi pueblo en sus descripciones. Me pregunto y le he preguntado a ella si ha estado en Layana. Creo que no. No hay casonas tan importantes como las que allí describe, ni los personajes se asemejan a los que podríamos imaginar que allí vivieron en los tiempos en los que transcurre la historia.

A mi, qué le voy a hacer, no me interesa nada la literatura gótica, de misterios o como quiera llamársele. Ni siquiera la mejor, con la excepción de Drácula, de Bram Stoker, los relatos de E. Allan Poe u otros de esta calidad literaria. La historia que nos cuenta Care Santos es realmente muy sofisticada con demonios que  persiguen las almas de las personas y cosas por el estilo. Definitivamente, no me interesa. Pero he llegado hasta el final con mucho interés por conocer el desarrollo de los acontecimientos en Layana y alrededores.

Al terminar la lectura seguí intrigado por conocer cómo había llegado a las leyenda del pozo de los Bañales. Y le escribí, no recuerdo si a por e-mail o a través de Facebook. Me contestó muy cariñosa pero no me desveló quien fue  el que le condujo hasta Layana, hasta el pozo de los Bañales y su historia, si había antecedentes familiares o algo por el estilo que justificara tan extraña elección para alguien tan alejado de estas tierras, si escuchó o leyó estas leyendas de boca de alguien o en los textos de alguien. Tendremos que esperar a encontrar la respuesta. 

Por si alguien se interesa por la novela:

El Dueño de las Sombras

Care Santos

Ediciones B, B de Books

IGLESIAS CANTUARIENSES

Siempre me ha llamado la atención que los layaneros, o quienes fueran responsables de la elección, se inclinaran por un santo inglés a la hora de encontrar un santo patrón. Por qué irse tan lejos cuando tenían tantos, tan a mano, tan cerca. Confieso, para empezar, que no se cuándo tuvo lugar la elección aunque quiero creer que debió ser en el momento mismo de la consagración de la iglesia. Tomás Becket fue canonizado dos años después de su muerte, un tiempo record, de lo que cabe deducir que su historia-leyenda alcanzó desde muy pronto una gran expansión. El enfrentamiento contra la monarquía y el martirio no dejaban de ser un poderoso argumento de propaganda del cristianismo, cuyos ecos llegarían hasta los rincones más escondidos, hasta Layana, sin ir más lejos. No olvidemos que la consagración de la iglesia de Layana debió de ser pocos años después de la canonización de nuestro patrón. Hemos rastreado por la red buscando otras iglesias en España que se consagraron bajo la advocación de Tomás Becket y hemos encontrado unas cuantas, casi todas de la misma época que nuestro pueblo, lo que refuerza nuestra convicción de que Santo Tomás preside el altar de la iglesia de Layana desde los inicios.

SANTO TOMÁS BECKET

El inglés Herbert Thurston (1856-1939) fue jesuita, obispo y prolífico escritor. Escribió numerosos artículos acerca de santos, siempre con una actitud escéptica frente a las tradiciones y las reliquias. Es el autor de la semblanza de Santo Tomás Becket que presentamos en esta entrada. El hecho de elegir esta biografía no significa que el autor de este blog esté de acuerdo con los juicios, valores, etc. que en ella se vierten. Es, sin más, la biografía de una santo católico, titular de la iglesia de Layana, escrita por un autor también católico. He aquí, pues, sus palabras:

«Santo Tomás nació de padres que, viniendo de Normandía, se habían establecido en Inglaterra unos años antes. No se puede confiar en la leyenda de que su madre era Sarracena. Después de su muerte su humilde nacimiento fue objeto de comentarios viles, aun cuando sus padres no eran labriegos, sino personas de un cierto nivel social, que lo habían bien educado desde sus primeros años y lo habían relacionado con gente de buena sociedad. Aprendió a leer en la Abadía de Merton y después estudió en París. Al salir de la escuela se empleó él mismo en trabajo secretarial, primero con Sir Richer de l’Aigle y luego con su pariente, Osbert Huitdeniers, quien era «Justiciar» de Londres. Hacía el año 1141, bajo circunstancias diversamente relatadas, entró el servicio de Teobaldo, Arzobispo de Canterbury, y en esa casa se ganó el favor de su amo y llegó a convertirse en el empleado de más confianza. Una descripción representada en la Saga Islandesa y derivada probablemente de Roberto de Cricklade da una vívida imagen de él durante este período.
Al verlo era delgado de complexión y tez pálida, de cabello oscuro, una larga nariz y un rostro de rasgos rectos. Alegre de semblante era él, cautivante y agradable de conversación, sincero de palabra en sus declaraciones, aunque tartamudeaba ligeramente, tan perspicaz de discernimiento e inteligencia que siempre podía presentar las cuestiones difíciles con claridad y de docta manera. …

LA RUECA Y EL HUSO

La Rueca y el Huso

Seguimos en el mismo escenario que en la leyenda que hemos titulado El pozo de los Bañales. Las principales ruinas de los Bañales, la ermita, el acueducto, se encuentran en la falda de un alto llamado el Pueyo de los Bañales. Viniendo desde Sádaba o desde Layana es la mayor altura que se avista hacia el este. De seguir camino de Uncastillo poco a poco ganaríamos altura hasta llegar finalmente a la sierra de Santo Domingo, cerca de Luesia, que sería el punto culminante. Pero regresemos a la base del Pueyo.

A medida que ascendemos encontraremos ruinas de distintos asentamientos humanos: romanos, iberos. Pronto alcanzamos la cima que es una pequeña meseta, alargada con orientación sur-oeste. También aquí abundan huellas de la antigüedad, entre las que destacan unos enterramientos excavados en la propia roca. Pero es un día luminoso de primavera, fresco, hermoso y sin prisas paseamos la mirada a nuestro alrededor. En el horizonte distinguimos las peñas de la sierra de Santo Domingo, más a la izquierda, la sierra de Ujué en Navarra, Pui Águila, al sur, la sierra negra de Bardenas, el saso de Biota, a continuación. Más cerca de nosotros, casi a nuestros pies, descubrimos los 36 pilares del acueducto romano, popularmente «los pilarones», que sostenían el canalillo que traía el agua  desde no se sabe bien dónde hasta las termas y la propia ciudad. No están dispuestos en línea recta, sino que desde donde nos encontramos parecen imitar la trayectoria de una serpiente, por la curva que describen. Más tarde descubriremos que no es curva caprichosa sino que es la forma de la cantera que le sirve de cimiento, tan sólida, que ha permitido que 1600 años más tarde aguanten de pie.

EL POZO DE LOS BAÑALES

El pozo de los Bañales entre zarzas

Hace tiempo que escribí en un sitio web la leyenda que titulé El pozo de los Bañales y reproduciré aquí exactamente tal y como se redactó en aquel momento. Sin embargo, al releer ahora esta, por lo demás, poco original historia, me asaltan dos preguntas a las que no encuentro respuesta. La primera es, ¿cómo llegó hasta mi la noticia de este cuento? No logro averiguar cuales fueron los vericuetos que lo condujeron hasta mis oídos. La más vasta memoria de Layana y alrededores que he conocido es la de mi padre y recuerdo su fascinación cuando leyó mi relato porque para él era como si escuchase esta leyenda por primera vez. Y si no ha sido mi padre la vía natural de conocimiento ignoro cuál otra pudo ser. La segunda cuestión es muy diferente. Desde hace unos pocos años se celebra, a principios de cada verano, una marcha denominada Marcha nocturna del pozo del diablo que parte del río Arba en Malpica y siguiendo su curso hasta Biota desvía su trayectoria hacia los Bañales y termina en Layana junto al río Riguel. En la marcha participan gentes de todos los pueblos citados. Los Ayuntamientos respectivos organizan y obsequian a los participantes con refrescos, chocolate, etc. La marcha es nocturna, supongo que con luna llena para iluminar el ambiente gótico de la actividad que se adorna de los protagonistas y atrezzo de la leyenda: el demonio, la muchacha, la noche, etc. Pero lo misterioso para mi es que hasta hace bien poco tiempo nadie conocía el cuento de la muchacha y ahora es de dominio público. ¿Quién lo ha descubierto? ¿dónde? ¿cómo se ha hecho tan popular? Me gustaría conocer la respuesta.

Y ahora, la transcripción literal de lo que se escribió en aquella ocasión citada más arriba.